Adolescente de 14 años acusado y enfrenta cargos como adulto, el padre es detenido y el debate sobre la posesión de armas vuelve a llamar la atención
El pasado miércoles, la escuela secundaria Apalachee en Winder, Georgia, fue escenario de un trágico tiroteo que dejó cuatro personas fallecidas y nueve heridas. El sospechoso, Colt Gray, un estudiante de 14 años, fue detenido en el lugar y enfrenta cargos de asesinato por los que será juzgado como adulto. Gray utilizó un fusil semiautomático AR-15 para perpetrar el ataque.
Entre las víctimas mortales se encuentran los estudiantes Mason Schermerhorn y Christian Angulo, ambos de 14 años, y los profesores Christina Irimie, de 53 años, y Richard Aspinwall, de 39 años. La comunidad escolar y las familias afectadas están profundamente consternadas. Mensajes desgarradores entre estudiantes y padres durante el incidente reflejan el pánico y la desesperación vividos en esos momentos.
Investigaciones revelaron que Gray había estado en el radar del FBI desde el año anterior, cuando fue investigado por presuntas amenazas de tiroteos escolares en línea. A pesar de ser interrogado junto a su padre, quien aseguró que las armas en casa estaban bajo resguardo, no se tomaron medidas preventivas adicionales. Ahora, su padre, Colin Gray, también enfrenta cargos por homicidio involuntario y crueldad infantil, acusado de permitir que su hijo accediera al arma.
La tragedia ha reavivado el debate nacional sobre la violencia armada en las escuelas y la responsabilidad en el acceso a las armas de fuego. Líderes políticos como el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris han expresado su condena y llamado a acciones concretas para prevenir futuros incidentes. Mientras tanto, la comunidad de Winder busca maneras de sanar y apoyar a las familias afectadas por este doloroso suceso.
Edición La Voz Aggieland
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